Los dirigentes del fútbol chileno anunciaron ayer que apelarán la suspensión que la FIFA aplicó al estadio Nacional de Santiago debido a la mala conducta de sus hinchas en las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018.
El organismo rector del fútbol mundial determinó que la Roja no podrá jugar en el estadio Nacional ante Venezuela en marzo de 2017, y adicionalmente le aplicó una multa debido a “la conducta discriminatoria y antideportiva de aficionados” en el partido ante Bolivia (0-0) el pasado septiembre. Antes de eso, Chile jugará dos partidos en el Nacional: contra Perú, el 11 de octubre próximo, y frente a Uruguay, el 15 de noviembre.
Sebastián Moreno, secretario general de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), dijo que tras la recepción de un informe ejecutivo sobre el fallo, Chile tiene diez días de plazo para pedir los fundamentos del dictamen y posteriormente, otros diez días para presentar la apelación. Moreno lamentó la situación, y aseguró que la ANFP seguirá trabajando para erradicar las conductas antisociales de los hinchas.
A juicio del dirigente, el fallo de la FIFA “perjudica, pues la casa de la Selección es el (estadio) Nacional, pero nos da una oportunidad para trabajar en la concientización de los hinchas”.
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