La selección de Chile comenzará el largo camino hacia el Mundial de Rusia 2018 con una plantilla similar a la que se proclamó campeona de América en julio pasado y con dudas sobre el estado físico de algunas de sus figuras.
El equipo comandado por Jorge Sampaoli debutará en las eliminatorias del próximo Mundial frente a Brasil en Santiago y después enfrentará a la selección de Perú, en Lima.
El entrenador argentino se muestra poco dispuesto a hacer experimentos y dará confianza a los jugadores que fueron determinantes para que Chile levantara hace apenas unos meses la primera Copa América de su historia.
Los intocables en la Roja para Sampaoli son el arquero Claudio Bravo, el defensa Gary Medel, el volante Arturo Vidal y el delantero Alexis Sánchez que constituyen la columna vertebral de una selección que busca llegar a su tercera Copa del Mundo consecutiva.
Una de las sentidas ausencias por lesión en la selección chilena es la de Charles Aránguiz, que en agosto pasado se rompió el tendón de Aquiles en un entrenamiento del Bayer Leverkusen alemán, al que había llegado apenas unos días antes. Estaría de baja unos ocho meses.
Una de las novedades en Chile para el inicio de las eliminatorias es la presencia del delantero Fabián Orellana, procedente del Celta de Vigo español, que no estuvo en las filas de la selección chilena en la Copa América.
Según trascendió poco antes del torneo, al delantero no le sentó bien que Sampaoli lo convocara solo para entrenar y como reemplazo por si había alguna baja de última hora y se marginó del equipo, decisión que no molestó al seleccionador y que ahora lo ha llamado para los encuentros ante Brasil y Perú respectivamente.
En contramano, Mauricio Pinilla quedó fuera de la nómina del seleccionado chileno.
Arturo Vidal, volante del Bayern Múnich tiene problemas en una rodilla, la misma suerte corre Eduardo Vargas, del Hoffenheim, quien presenta molestias en un tobillo.
Pese a ello, Sampaoli cuenta con ambos para los partidos que enfrentará Chile y el cuerpo técnico de la Roja sigue con atención a la evolución de los jugadores militantes en el fútbol alemán.
Desde la final de la Copa América, en la que superó a la Argentina de Lionel Messi en la tanda de penaltis, Chile ha jugado solo un amistoso, el 5 de septiembre pasado en Santiago frente a la selección de Paraguay.
La Roja se impuso por 3-2 con un gol de Alexis Sánchez a última hora en un encuentro que no tuvo mucho brillo.
Los choques ante Brasil y Perú serán una buena piedra de toque para ver si Chile conserva el tino y el hambre de gloria que mostró en la Copa América.
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