miércoles, 10 de junio de 2015

Viña del Mar, un ojo de la cara para los visitantes



Viña del Mar es una ciudad cara, más que Santiago. Por ejemplo, eso se nota en el transporte: ir desde el centro de la ciudad hasta Mantagua, donde se entrena la selección nacional, puede costar hasta 100 dólares en taxi.

Es el principal centro turístico de Chile, aquí existen 13 balnearios, sus playas son visitadas todo el año, aunque lógicamente en verano recibe mucha más gente, sobre todo famosos y millonarios de Sudamérica y otras partes del mundo que pasan sus vacaciones en esta ciudad ubicada en la Quinta Región de las 15 que componen el país de norte a sur. En Viña del Mar se realiza cada verano el famoso festival internacional de música, que es otro motivo para atraer turistas y hacer que las cosas sean más caras.

La mayoría de la gente se moviliza en “los micros” —como los trufis en La Paz— a un costo de 1,15 dólares aproximadamente en el tramo más corto; mientras que los colectivos cobran 500 pesos chilenos, poco menos de un dólar para cubrir cualquier distancia. Por ejemplo, desde la vecina Valparaíso, que está a unos siete kilómetros de distancia, aunque se trata de dos ciudades que están unidas por una avenida que bordea el mar.

Los periodistas bolivianos acreditados para la Copa tuvieron que contratar ayer un minibús para aminorar los costos del viaje hasta Concón, la más pequeña de las ciudades que componen el área metropolitana de Valparaíso. Comparado con La Paz es como ir del centro hasta Mecapaca, con un intenso tráfico, aunque el costo es mucho menor en Bolivia.

Hay comida para todo tipo de bolsillo. El patio de comidas en el Mall Marina Arauco ofrece de la rápida, así como también otros menús, pero su costo sigue siendo superior a lo que se ofrece en distintas ciudades de Bolivia. Un asado con ensalada y papas fritas tiene un costo de unos siete dólares, un platillo con más guarniciones eleva el precio de acuerdo con los gustos del comensal.

Varios ciudadanos admiten que es lugar caro por sus características turísticas, sobre todo en lo que respecta al transporte. Hay quienes se atreven a anotar que cuesta más que en Santiago, aunque todo se justifica por el costo del combustible. El litro cuesta cerca de un dólar y medio. En Bolivia, en cambio, es como medio dólar. Toda la costa es playa, el puerto está en Valparaíso, ciudad donde también jugará Bolivia el lunes contra Ecuador por la segunda jornada del Grupo A del torneo de selecciones más antiguo del mundo.

Los datos

Rutinario

No hay calles con carteles alusivos a la Copa, la gente sigue con su rutina normal.

Poco interés

Por ahora, es cero la expectativa para el partido del viernes entre México y Bolivia.

Las estrellas

El otro cotejo de esta fase será Argentina-Jamaica. Quizás las estrellas albicelestes atraigan a la afición.

Aún no se respira aire de fútbol en esta sede

En Viña del Mar todavía no se siente mucho la llegada de la Copa América. En la ciudad son escasos los anuncios acerca del torneo que comenzará mañana en Santiago. La gente tiene la idea de que la mayor atención estará centrada en la capital, donde jugará Chile.

En el Mall Marina Arauco de Viña, el único en esta ciudad, hay diversidad de ofertas, entre ellas tiendas de ropa deportiva que promocionan el torneo; en cambio, un negocio de comida rápida apenas ofrece tímidamente una promoción que incluye el sorteo de balones de la Copa. Sus trabajadores atienden a la gente luciendo camisetas rojas. Los clientes deben llenar cupones según el monto que han pagado, a ver si tienen suerte de llevarse el premio.

Jaime Yáñez, empleado de un negocio, señaló que en Viña no hay fiebre futbolera tal vez porque los tres partidos del torneo programados para esta ciudad no son muy atractivos: Bolivia vs. México; Argentina vs. Jamaica y uno de la fase de cuartos.

Roque Fernández, conductor de micro (trufi) se quejó por que no hay promoción del torneo, “apenas colocaron estas cosas en la calle”, en alusión a las banderas puestas en postes de iluminación pública en la avenida 16 norte, en pleno centro.

En su ruta pasa por la plaza central y allí no hay ningún cartel, menos la mascota y otras imágenes oficiales. Los organizadores “no hicieron nada”. Como todo chileno quiere que su selección gane la Copa América por primera vez y confía en el talento del Rey Arturo Vidal y en la magia de Alexis Sánchez.

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