Guede se reunió este jueves con los nuevos dirigentes de Blanco y Negro, la sociedad que administra el club y que fueron elegidos el pasado martes en una junta de accionistas y luego fue al campo de entrenamiento de la plantilla, donde se despidió de los jugadores, con un abrazo cariñoso a cada uno.
Guede dirigió por última vez al Colo Colo el pasado domingo, con una victoria a domicilio por 1-3 sobre la Universidad de Chile, en el superclasico del fútbol local, y ya no estará en el banquillo el próximo sábado, cuando el equipo recibirá al Deportes Temuco en la décima jornada del torneo.
El conjunto albo está cuarto en la clasificación, con 16 puntos, a ocho del líder Universidad Católica, y en la Copa Libertadores, después de tres partidos, es el colista del Grupo 2 con un punto.
La marcha de Guede era un secreto a voces desde que el martes Gabriel Ruiz-Tagle, un empresario que fue ministro del Deporte de Senastián Piñera en su anterior gobierno, derrotó en la junta de accionistas al que era presidente de la sociedad, Aníbal Mosa, y llegó por segunda vez a la dirección del club.
Guede, de 43 años, llegó al Colo Colo en julio de 2016, atraído por Mosa, con quien mantuvo todo el tiempo una estrecha relación.
Este miércoles, preguntado por el futuro del entrenador, Ruiz-Tagle subrayó que no quería que Guede se fuera y que esperaba que al menos se quedara hasta final de año, cuando vencía su contrato, pero afirmó que el técnico "no ha renunciado, pero ha dicho que se quiere ir".
El paso al costado que este jueves hoy Guede, que anteriormente dirigió al Palestino chileno y al San Lorenzo de Almagro de su país, sugiere que finalmente renunció, aunque oficialmente nada se ha dicho hasta ahora.
En el caso de despedirlo, los regentes del club deberían pagarle una indemnización de 2,3 millones de dólares.
En los pasillos del Colo Colo se dijo que más tarde este mismo jueves se daría una versión oficial sobre la salida del técnico.
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