Dirigentes, jugadores e hinchas del Santiago Wanderers, el más antiguo club profesional del fútbol chileno, lloran tras haber descendido a la segunda división por séptima vez en su historia, pero esta vez con el consuelo de saber que jugará la Copa Libertadores el próximo año.
La mala campaña del equipo en los dos torneos disputados durante el 2017 en Chile lo llevó a tener que defender su permanencia en primera frente al Unión Calera, que ganó ese derecho en el torneo de primera B, como eufemísticamente se llama en Chile a la segunda división.
El Santiago Wanderers ganó a domicilio el partido de ida por 0-1, pero el de vuelta, la pasada noche, en su cancha y frente a su público, perdió por igual marcador con un gol anotado en los descuentos por el Unión La Calera.
En la tanda de penaltis el visitante se impuso por 5-4 y consumó el drama del equipo "caturro", fundado en 1892 y que ya vivió el drama del descenso en los años 1977, 1980, 1984, 1991, 1998 y 2007.
La paradoja es que hace algunas semanas, el Wanderers obtuvo el título de la Copa Chile tras derrotar en la final por 3-1 a la Universidad de Chile y con ello se clasificó a la próxima Copa Libertadores.
"Acá tenemos responsabilidades todos. Hemos cometido errores, de eso no hay ninguna duda", comentó el presidente del club, Jorge Lafrenz.
"No pudimos volcar el rendimiento en dos muy malos torneos, son muchas lecciones las que tenemos que aprender, jamás me imaginé esto", añadió el dirigente, que aseguró que el técnico, Nicolás Córdova, debe permanecer en el puesto.
"No es el momento de abandonar el barco, tiene un compromiso absoluto con el club y tiene contrato hasta diciembre del 2019. Nosotros entendemos que es un buen técnico", comentó al respecto.
"Wanderers es una institución de primera división y vamos a hacer todos los esfuerzos para llevar al club a recuperar la categoría lo más rápido posible", expresó.
El Santiago Wanderers, según el sorteo de la Libertadores, debutará en la segunda fase del torneo, el próximo 30 de enero, cuando se enfrentará al Melgar peruano, y será el primer equipo chileno que jugará la competición estando en la segunda división de su país, aunque hay precedentes.
Cuatro equipos brasileños y uno boliviano han jugado la Libertadores en las mismas condiciones: el Criciúma (1992), el Santo André (2005), el Paulista (2006) y el Palmeiras (2013), mientras en 2011 lo hizo el Jorge Wilstermann.
Si el Santiago Wanderers vence al Melgar y después a un segundo rival en las fases preliminares de la Libertadores, podría llegar al Grupo 4 de esta fase, donde ya están el River Plate argentino, el Emelec de Ecuador y el Flamengo de Brasil.
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sábado, 23 de diciembre de 2017
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