domingo, 5 de julio de 2015

Alexis esperó hasta el final para aparecer

Alexis Sánchez llegó puntual a su cita con el acontecimiento más trascendental del fútbol chileno.

El de Tocopilla, la capital de la provincia chilena del mismo nombre, emprendió carrera y filtró su lanzamiento de penal entre el portero Sergio Romero y su poste derecho.

Fue el lanzamiento decisivo, el del 4-1 a favor de Chile y con el botín derecho aún humeante por el remate letal, se despojó de la camiseta roja y corrió a celebrar el primer título de Chile en los 99 años que tiene la Copa América.

“Vamos cabro chico (así se les llama en Chile a los niños) por esa copa” habían proclamado con emoción en un video de aliento a la selección y principalmente a Alexis los habitantes de la municipalidad de Tocopilla.

El hijo ilustre no defraudó a sus paisanos y de paso calló las bocas que en la última semana difundieron rumores sobre una supuesta lesión muscular como la explicación al opaco desempeño del delantero del Arsenal inglés.

El jugador de 27 años tuvo que salir al corte de las declaraciones de un conocido suyo, que le atribuyó estar minado hace varios partidos por un “microdesgarro”.

Sánchez recurrió a las redes sociales para asegurar que no estaba de cansado o con fatiga y que se estaba cuidando con el único objetivo de “defender a Chile”.

No fue el mejor torneo del exjugador del Barcelona, el Udinese y el River Plate pues hasta la final apenas había marcado un gol, en el cierre de la fase de grupos, a Bolivia, en un inapelable 5-0.

Pero el suyo, el lanzamiento decisivo que dejó sin opciones al guardameta Romero y sentenció la conquista del inédito título, resultó ser el más importante, quizá el acierto más trascendental.

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